jueves, 14 de agosto de 2014

Una pasión ausente de patrocinadores

¡Piensa, cree, sueña y atrévete! Es el eslogan que utilizan, y perdón por la expresión, dos "locos" y enamorados del motor. Dos deportistas que sueñan con llegar a lo más alto de los denominados rallyes extremos. No hablamos del mítico y venido a menos París-Dakar, que desde hace años cambió las dunas del Sahara por las pistas intransitables de Sudamérica. 

Salida de Jumilla Maroc Challenge Spring Edition 2014

En Villena existe un equipo que ha competido en una de las pruebas más duras y comparables con el antiguo Dakar, la  Maroc Challenge. No sólo han competido, sino que se proclamaron campeones en la edición de este año, que se corrió del 12 al 20 de abril.

Con el villenense Ricardo Martínez, hermano de Samuel Martínez, otro deportista de élite, como copiloto, y el eldense afincado en Petrer Miguel Arjona, el Aridex-SIPU Racing, se proclamó vencedor de esta travesía off-road donde el reto principal de cada participante es conseguir llegar cada noche al campamento, lo que para algunos se convierte en toda una odisea, ya que algunos ni siquiera cuentan con tracción 4x4.

Miguel y Ricardo lo consiguieron a los mandos de un Nissan Patrol GR, pero para ello tuvieron que sudar sangre. Este logro ha pasado desapercibido para muchos medios de comunicación, que siguen apostando por el fútbol, o lo que es lo mismo, por uno de los deportes que más millones mueve pero que beneficia a unos cuantos y discrimina a los que no se apellidan Ronaldo, Messi o Neymar.
 
Con el mundo del motor pasa más de lo mismo. Todo se lo llevan los fórmula uno, las motos GP o los Carlos Sainz y compañía. ¡Ojo, que su mérito tienen! Pero a veces dejan en el olvido a los que no cuentan con un equipo técnico que les puedan reparar una avería una vez llegados a meta, que tengan que sacrificar una nevera para paliar las altas temperaturas del desierto por llevar dos ruedas de recambio una enorme caja de herramientas.

Ricardo Martínez y Miguel Arjona, tanto monta, monta tanto, lo han vivido en primera persona. Ricardo, a sus 26 años, ha corrido en dos ocasiones la Maroc Challenge Spring Edition, con un Volkswagen Golf, en la categoría de turismos 4x2, y con el X-Sipu Team, logrando una meritoria séptima y segunda posición.

Además, el villenense ha participado en la Panáfrica, una prueba más dura si cabe que la Maroc Challenge Spring Edition, más que nada porque en esta competición, además de coches, participaban camiones, motos o quads, modalidad en la que logró la tercera posición, en la categoría Quad, cuarto en la general.

Por su parte, Miguel Arjona, a sus 37 años, está curtido en miles de pruebas y por eso ha decidido unir sus fuerzas con Ricardo, y bajo el equipo Aridex-SIPU Racing, tienen la intención de participar en la Panáfrica 2014, prueba que se disputará del 20 al 27 de septiembre, "y donde vamos a luchar por el podium, ya que no kme gusta nada llevar a alguien delante. Y si todo va bien, podemos hacerlo", asegura muy convencido Arjona.

Ricardo se impuso en el Desafío Panáfrica, competición que se disputa en Masía Pelarda (Teruel) y que da opción de clasificarse directamente para la Panáfrica. Este año será la primera vez que Miguel y Ricardo corren juntos en un Nissan Patrol GT que ellos mismos están preparando, ante la ausencia de patrocinadores.

Y no estamos hablando de 50.000 euros, ni de 10.000. Pasear el nombre de Villena por las dunas y ramblas rocosas de África costaría unos 3.000 euros, y en eso están ambos pilotos. "Es esencial contar con ayudas. Llega un momento en el que no sabemos a que puerta llamar", matiza Martínez. Y repito, hablamos de tres o cuatro mil euros.

"El coche está inmaculado. Únicamente lleva el nombre de nuestro equipo. Ojalá podamos llenarlo de patrocinadores", asevera Arjona. Es más, en las perspectivas de ambos hay retos mayores: "Queremos correr el Rally Intercontinental Sin Fronteras", que es parte de el recorrido que se realizaba en el París-Dakar. Pero para eso hace falta dinero, porque de testosterona, ambos andan sobrados.
 
Salida Etapa Maroc Challenge
 Inclemencias y sufrimiento
Ningún deporte está exento de sufrimiento y de penas. Ricardo y Miguel detallan cómo fue esa prueba de la Maroc Challenge Spring Edition que lograron vencer. No sé si será por su juventud, o por las ganas de comerse el mundo, pero ver como se expresaba Ricardo Martínez relatando algunas de las penurias por las que pasaron en esta competición, observar sus ojos expresivos y escucharle, no tiene precio.

"Recuerdo una etapa en la que nada más salir se nos estropeó el aire acondicionado", recuerda Martínez. Miguel Arjona le observa atentamente (se nota que ya está curtido en mil batallas, y los diez años que le saca al ahora copiloto). Fueron 2.000 kilómetros de competición, donde los tripulantes tuvieron que pasar por los puntos de control dentro de un tiempo máximo determinado y sin sobrepasar los límites de velocidad.

"Hubo una etapa en la que íbamos a un kilómetro por hora", manifiesta Miguel Arjona. "Tenía los brazos que no los sentía. Nos metimos por una rambla donde las piedras eran más grandes que nuestras ruedas" continúa el eldense.

Hay que recordar para los que no conozcan esta prueba, que la carrera, de manera neutralizada parte desde Jumilla, para dirigirse a Almería y cruzar hasta el continente africano. Una vez allí, los participantes se dirigieron hacia Essaouira, donde llegaron tras visitar lugares tan peculiares como Bouarfa, Merzouga, Zagora, Agadir y, como es tradición, las bellas dunas de Erg Chebbi.

"Lo malo de esta prueba es que no puedes programar las etapas. Nunca sabes por donde puedes tirar. Llevas un mapa, pero a veces te guías por la intuición", asevera Ricardo Martínez. En esta prueba, la destreza del piloto y la intuición del copiloto son claves, aunque a veces la misma naturaleza se convierte en tu peor aliado.

"Bajé del Nissan, me quite el casco, el mono, y mojaba camisetas para ponérmelas en la cabeza. Me metí debajo del coche para tratar de verificar una avería, y la parte de mi cuerpo que se quedaba fuera ardía, por lo que decidí meterme entero debajo y sofocar de alguna manera el calor", espeta Miguel Arjona.

"Recuerdo la etapa Zagora-Foum Zguid. ¡Como para olvidarla! Ahí no funcionó ni el mapa, ni la intuición. Tratábamos de guiarnos por las cotas, pero nos metimos en una rambla repleta de piedras y rompimos. Ahí nos vinimos abajo. Menos mal que existe la camaradería y logramos dar la vuelta y volver al punto de salida quince minutos antes de que nos descalificaran", expresa Ricardo Martínez.
 
 Al día siguiente les tocó volver a realizar esa etapa, más la que estaba programada. Pues aún así, lograron adjudicarse el Rally. A escasamente un mes para partir hacia Almería y participar en la Panáfrica, estos "locos" del volante buscan apoyo, y de muestra estos ejemplos en forma de vivencia de los propios interesados.
 
 ¡Mucha suerte, y seguiremos informando!

CRÓNICA:  José M. Penadés
VILLENADEPORTE
 

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