¡Piensa, cree, sueña y atrévete! Es el eslogan que utilizan, y perdón por la expresión, dos "locos" y enamorados del motor. Dos deportistas que sueñan con llegar a lo más alto de los denominados rallyes extremos. No hablamos del mítico y venido a menos París-Dakar, que desde hace años cambió las dunas del Sahara por las pistas intransitables de Sudamérica.
Salida de Jumilla Maroc Challenge Spring Edition 2014 |
En Villena existe un equipo que ha competido en una de las pruebas
más duras y comparables con el antiguo Dakar, la Maroc Challenge. No
sólo han competido, sino que se proclamaron campeones en la edición de
este año, que se corrió del 12 al 20 de abril.
Con el villenense Ricardo Martínez, hermano de Samuel Martínez,
otro deportista de élite, como copiloto, y el eldense afincado en Petrer
Miguel Arjona, el Aridex-SIPU Racing, se proclamó vencedor de esta
travesía off-road donde el reto principal de cada participante es
conseguir llegar cada noche al campamento, lo que para algunos se
convierte en toda una odisea, ya que algunos ni siquiera cuentan con
tracción 4x4.
Miguel y Ricardo lo consiguieron a los mandos de un Nissan Patrol
GR, pero para ello tuvieron que sudar sangre. Este logro ha pasado
desapercibido para muchos medios de comunicación, que siguen apostando
por el fútbol, o lo que es lo mismo, por uno de los deportes que más
millones mueve pero que beneficia a unos cuantos y discrimina a los que
no se apellidan Ronaldo, Messi o Neymar.
Con el mundo del motor pasa más de lo mismo. Todo se lo llevan los
fórmula uno, las motos GP o los Carlos Sainz y compañía. ¡Ojo, que su
mérito tienen! Pero a veces dejan en el olvido a los que no cuentan con
un equipo técnico que les puedan reparar una avería una vez llegados a
meta, que tengan que sacrificar una nevera para paliar las altas
temperaturas del desierto por llevar dos ruedas de recambio una enorme
caja de herramientas.
Ricardo Martínez y Miguel Arjona, tanto monta, monta tanto, lo han
vivido en primera persona. Ricardo, a sus 26 años, ha corrido en dos
ocasiones la Maroc Challenge Spring Edition, con un Volkswagen Golf, en
la categoría de turismos 4x2, y con el X-Sipu Team, logrando una
meritoria séptima y segunda posición.
Además, el villenense ha participado en la Panáfrica, una prueba
más dura si cabe que la Maroc Challenge Spring Edition, más que nada
porque en esta competición, además de coches, participaban camiones,
motos o quads, modalidad en la que logró la tercera posición, en la categoría Quad, cuarto en
la general.
Por su parte, Miguel Arjona, a sus 37 años, está curtido en miles
de pruebas y por eso ha decidido unir sus fuerzas con Ricardo, y bajo el
equipo Aridex-SIPU Racing, tienen la intención de participar en la
Panáfrica 2014, prueba que se disputará del 20 al 27 de septiembre, "y
donde vamos a luchar por el podium, ya que no kme gusta nada llevar a
alguien delante. Y si todo va bien, podemos hacerlo", asegura muy
convencido Arjona.
Ricardo se impuso en el Desafío Panáfrica, competición que se
disputa en Masía Pelarda (Teruel) y que da opción de clasificarse
directamente para la Panáfrica. Este año será la primera vez que Miguel y
Ricardo corren juntos en un Nissan Patrol GT que ellos mismos están
preparando, ante la ausencia de patrocinadores.
Y no estamos hablando de 50.000 euros, ni de 10.000. Pasear el
nombre de Villena por las dunas y ramblas rocosas de África costaría
unos 3.000 euros, y en eso están ambos pilotos. "Es esencial contar con
ayudas. Llega un momento en el que no sabemos a que puerta llamar",
matiza Martínez. Y repito, hablamos de tres o cuatro mil euros.
"El coche está inmaculado. Únicamente lleva el nombre de nuestro
equipo. Ojalá podamos llenarlo de patrocinadores", asevera Arjona. Es
más, en las perspectivas de ambos hay retos mayores: "Queremos correr el
Rally Intercontinental Sin Fronteras", que es parte de el recorrido que
se realizaba en el París-Dakar. Pero para eso hace falta dinero, porque
de testosterona, ambos andan sobrados.
Salida Etapa Maroc Challenge |
Inclemencias y sufrimiento
Ningún deporte está exento de sufrimiento y de penas. Ricardo y
Miguel detallan cómo fue esa prueba de la Maroc Challenge Spring Edition
que lograron vencer. No sé si será por su juventud, o por las ganas de
comerse el mundo, pero ver como se expresaba Ricardo Martínez relatando
algunas de las penurias por las que pasaron en esta competición,
observar sus ojos expresivos y escucharle, no tiene precio.
"Recuerdo una etapa en la que nada más salir se nos estropeó el
aire acondicionado", recuerda Martínez. Miguel Arjona le observa
atentamente (se nota que ya está curtido en mil batallas, y los diez
años que le saca al ahora copiloto). Fueron 2.000 kilómetros de
competición, donde los tripulantes tuvieron que pasar por los puntos de
control dentro de un tiempo máximo determinado y sin sobrepasar los
límites de velocidad.
"Hubo una etapa en la que íbamos a un kilómetro por hora",
manifiesta Miguel Arjona. "Tenía los brazos que no los sentía. Nos
metimos por una rambla donde las piedras eran más grandes que nuestras
ruedas" continúa el eldense.
Hay que recordar para los que no conozcan esta prueba, que la
carrera, de manera neutralizada parte desde Jumilla, para dirigirse a
Almería y cruzar hasta el continente africano. Una vez allí, los
participantes se dirigieron hacia Essaouira, donde llegaron tras visitar
lugares tan peculiares como Bouarfa, Merzouga, Zagora, Agadir y, como
es tradición, las bellas dunas de Erg Chebbi.
"Lo malo de esta prueba es que no puedes programar las etapas.
Nunca sabes por donde puedes tirar. Llevas un mapa, pero a veces te
guías por la intuición", asevera Ricardo Martínez. En esta prueba, la
destreza del piloto y la intuición del copiloto son claves, aunque a
veces la misma naturaleza se convierte en tu peor aliado.
"Bajé del Nissan, me quite el casco, el mono, y mojaba camisetas
para ponérmelas en la cabeza. Me metí debajo del coche para tratar de
verificar una avería, y la parte de mi cuerpo que se quedaba fuera
ardía, por lo que decidí meterme entero debajo y sofocar de alguna
manera el calor", espeta Miguel Arjona.
"Recuerdo la etapa Zagora-Foum Zguid. ¡Como para olvidarla! Ahí no
funcionó ni el mapa, ni la intuición. Tratábamos de guiarnos por las
cotas, pero nos metimos en una rambla repleta de piedras y rompimos. Ahí
nos vinimos abajo. Menos mal que existe la camaradería y logramos dar
la vuelta y volver al punto de salida quince minutos antes de que nos
descalificaran", expresa Ricardo Martínez.
Al día siguiente les tocó volver a realizar esa etapa, más la que estaba
programada. Pues aún así, lograron adjudicarse el Rally. A escasamente
un mes para partir hacia Almería y participar en la Panáfrica, estos
"locos" del volante buscan apoyo, y de muestra estos ejemplos en forma
de vivencia de los propios interesados.
¡Mucha suerte, y seguiremos
informando!
CRÓNICA: José M. Penadés
VILLENADEPORTE
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